El Grupo de Expertos Técnicos sobre Finanzas Sostenibles de la Comisión Europea publican dos informes finales que sientan las bases para la Taxonomía Sostenible de la Unión Europea
La Taxonomía detalla qué actividades económicas y bajo qué criterios pueden considerarse sostenibles desde un punto de vista medioambiental. Se trata de un sistema de clasificación o lista que enumera las actividades económicas y los criterios de rendimiento alineados con el compromiso de Europa de alcanzar emisiones netas cero en 2050 y aumentar la resiliencia ante el cambio climático.
El informe del TEG proporciona criterios de sostenibilidad para 70 actividades económicas en sectores que generan el 93% de las emisiones de Europa. Esto significa que si las actividades económicas como la generación de electricidad, el transporte urbano, la agricultura y la fabricación de cemento cumplen los criterios estipulados por la nueva Taxonomía, pueden clasificarse como ecológicamente sostenibles en el marco de los distintos productos financieros.
Helena Viñes Fiestas, Directora Adjunta de Sostenibilidad de BNP Paribas Asset Management y miembro del Grupo de Expertos Técnicos de la Comisión Europea sobre Finanzas Sostenibles comenta:
“La Taxonomía supone un punto de inflexión en la historia de las finanzas sostenibles. Es una herramienta clave para los inversores, ya que define qué inversiones son sostenibles y en qué circunstancias. Establece una trayectoria clara para la transición de las diferentes actividades económicas, facilitando así a empresas e inversores, la gestión y planificación de la transición de sus actividades e inversiones hacia una economía con bajas emisiones de carbono y más sostenible. Para inversores como nosotros, la Taxonomía constituye una herramienta de ayuda inestimable a la hora de construir nuestras carteras y en nuestros intercambios con las empresas sobre sus estrategias de transición. Nos permitirá además identificar y comunicar el porcentaje de cada fondo que puede considerarse sostenible, facilitando la comparación entre fondos sostenibles para el inversor final”.
Nathan Fabian, Director de Inversiones Responsables del PRI1 y miembro del Grupo de Expertos Técnicos de la Comisión Europea sobre Finanzas Sostenibles apunta: “Se necesitan herramientas y directrices claras con evidencia científica y experiencia de mercado para dar confianza a empresas e inversores y permitirles actuar. La Taxonomía contribuirá a crear confianza y seguridad en la economía sostenible que necesitamos construir. Lo que hemos aprendido durante el desarrollo de la Taxonomía puede ayudar a otros mercados en el mundo. En última instancia, todas las economías tendrán que saber qué nivel de desempeño medioambiental es necesario para lograr sus objetivos medioambientales dentro de sus propias economías”.
En virtud del Reglamento sobre la Taxonomía recientemente acordado, que entrará en vigor en 2021, tanto inversores como empresas deberán informar sobre el desempeño medioambiental de las actividades en las que invierten.
La UE tiene previsto incluir en el futuro nuevas actividades económicas en el ámbito de la Taxonomía a través de una nueva Plataforma sobre una financiación sostenible, que se prevé esté operativa a finales de 2020. Los primeros informes empresariales y la información detallada de los inversores utilizando la Taxonomía estarán disponibles a principios de 2022.
Este informe, el tercero del TEG sobre la Taxonomía, es el resultado de más de 20 meses de trabajo en el que han participado más de 200 expertos técnicos, y de dos consultas abiertas. A partir de ahora, y en los próximos meses, la Comisión Europea deberá elaborar y adoptar los instrumentos jurídicos (Actos Delegados) que marcarán el nacimiento de la Taxonomía Sostenible de la Unión Europea.